En primer lugar es importante que hagamos una búsqueda de qué marcas hay para conocer el abanico de posibilidades y valorar entre marca, precio, tipo, uso, duración, compatibilidad con mi marca de freno, etc. Una vez hecho esto puede ser que aún tengamos dudas más específicas del tipo de pastillas. Actualmente los distintos tipos de pastillas que hay son bastante equivalentes en cuanto a calidad de frenada:
Sinterizadas. Mezcla de compuestos metálicos o semi-metálicos. La sinterización es un proceso que reúne polvos metálicos (cobre, acero, bronce) con fibras cerámicas y de grafito, que son polimerizadas (compactadas pero no fundidas) a temperatura bajo presión. Son las más abrasivas, desprenden más calor ante el rozamiento y su coeficiente de fricción es mayor. Son buenas en la mayoría de usos. También son las más longevas, aunque la desventaja es que son más agresivas con los discos.
Cerámicas. Éstas están fabricadas mediante silicatos (minerales muy comunes) a los que se les unen partículas de cobre. Tenían una gran resistencia al sobrecalentamiento y eran usadas en frenos de alta gama. Cómo ya hemos dicho los distintos tipos están muy equilibrados y ahora han perdido mucha relevancia.
Imágenes: Fuente SRAM
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