jueves, 21 de noviembre de 2013

Pastillas de freno ¿Qué tipo de pastillas necesito?

La mayoría de las MTB ya calzan frenos de disco. Los hay de distintos tipos y, a la hora de tener que reemplazar los que nos venían de fábrica, conviene que tengamos una idea de qué es lo que necesitamos. ¿Qué pastillas son las que más nos convienen? ¿De qué tipos hay?
En primer lugar es importante que hagamos una búsqueda de qué marcas hay para conocer el abanico de posibilidades y valorar entre marca, precio, tipo, uso, duración, compatibilidad con mi marca de freno, etc. Una vez hecho esto puede ser que aún tengamos dudas más específicas del tipo de pastillas. Actualmente los distintos tipos de pastillas que hay son bastante equivalentes en cuanto a calidad de frenada:

Orgánicas. La pastilla está compuesta de resinas en lugar de metales añadidos para conglomerar las fibras (como el grafito y la aramida), a los metales. Al contener menos metal aguantan mejor las frenadas prolongadas, ya que se calientan menos. Son menos agresivas con los discos, pero la duración de las pastillas es menor. Además, necesitan un rodaje algo mayor antes de ofrecer toda su capacidad.

Sinterizadas. Mezcla de compuestos metálicos o semi-metálicos. La sinterización es un proceso que reúne polvos metálicos (cobre, acero, bronce) con fibras cerámicas y de grafito, que son polimerizadas (compactadas pero no fundidas) a temperatura bajo presión. Son las más abrasivas, desprenden más calor ante el rozamiento y su coeficiente de fricción es mayor. Son buenas en la mayoría de usos. También son las más longevas, aunque la desventaja es que son más agresivas con los discos.

Cerámicas. Éstas están fabricadas mediante silicatos (minerales muy comunes) a los que se les unen partículas de cobre. Tenían una gran resistencia al sobrecalentamiento y eran usadas en frenos de alta gama. Cómo ya hemos dicho los distintos tipos están muy equilibrados y ahora han perdido mucha relevancia.

Imágenes: Fuente SRAM

No hay comentarios:

Publicar un comentario